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Dependencias para SEIS

1. Introducción

En este capítulo vamos a tratar el apeo (derribo o “tala” de árboles), describiendo los cortes y elementos que lo componen, y las diferentes técnicas en función de cómo se encuentre el árbol y de cuáles sean sus dimensiones.

Continuaremos explicando el tratamiento que se le da al árbol una vez está en el suelo, sea por haberlo apeado, o por que haya caído por otros motivos, y que comienza con la eliminación de las ramas (desrame).

2. Apeo. Concepto

Consiste en el derribo controlado de árboles en pie mediante técnicas de corte (“tala” de árboles).

Planificación del Apeo

Antes de acometer el apeo en sí deberemos realizar una serie de operaciones previas, consistentes en:

  • Reconocer el escenario (obstáculos, riesgos, etc.).
  • Reconocer el árbol (diámetro, inclinación, estado, etc.).
  • Determinar la distancia de seguridad alrededor del árbol a apear (zona libre de personas)
  • Limpiar / despejar la zona de obstáculos, especialmente en la ruta de escape prevista.

3. Procedimiento del Apeo

En cualquier árbol en pie encontraremos siempre una buena parte de la sección del tronco (toda si el árbol está perfectamente aplomado) con sus fibras a compresión. En esta circunstancia si nos limitamos a cortar con un simple corte la máquina probablemente se quedaría trabada, y aun no siendo el caso, no podríamos controlar la dirección de caída.

La manera de solventar esto es realizar el apeo mediante la interacción de los siguientes 3 elementos:

  • Corte de dirección (o entalla, entalladura, “cuña”…).
  • Bisagra.
  • Corte de tala (o de talado, apeo, derribo…).

3.1. Corte de dirección

Es el primer corte que realizamos para derribar un árbol y que definirá su dirección de caída. Está formado por dos cortes convergentes que supondrán la eliminación de una porción de madera en forma de cuña. El corte inferior generalmente será horizontal, y el superior inclinado, usualmente a un ángulo de entre 45º y 60º. La línea de convergencia de los dos cortes (el vértice de la cuña) ha de quedar a 90º con la dirección de derribo buscada. Usaremos las líneas de referencia de la máquina para “apuntar” en esta dirección.

La profundidad de este corte oscilará entre 1/3 y 1/5 del diámetro del árbol.

Importante: siempre que se realizan cortes horizontales la manera de coger la máquina impide que el dorso de la mano active el freno de cadena en caso de rebote. La seguridad nos la da sobre todo el agarre firme de la máquina y su apoyo contra el cuerpo y las piernas. Cada vez que se termina uno de estos cortes se debe corregir inmediatamente la postura de la máquina para poder bloquear el freno.

Corte de dirección

3.2. Bisagra

Es un elemento esencial que sirve para que el árbol pivote siguiendo la dirección de caída marcada por el corte de dirección. Consiste en una tira de madera sin cortar que se mantiene íntegra durante la caída del árbol, rompiéndose cuando tocan las dos caras de la entalla del corte de dirección. Para árboles medianos (20-40cm grosor) debe tener un espesor de 2-5cm, aumentando proporcionalmente según grosor del árbol.
La bisagra no debe cortarse (ni siquiera parte de ella), pues el árbol podría caer en una dirección no deseada (e imprevisible).

3.3. Corte de tala o de derribo

Es un corte horizontal responsable de que el árbol comience su caída, abarcando el ancho del tronco desde la bisagra hacia el lado opuesto al corte de dirección. Se realiza por norma general de 2 a 5 cm por encima del corte horizontal de la entalla. El escalón resultante sirve para impedir que durante la caída la base del árbol pueda venir hacia atrás, una vez que parta la bisagra.
En todo caso al realizar este corte debe respetarse la tira de madera sin cortar que forma la bisagra. Si alcanzada ésta el árbol no cae emplearemos cuñas u otros medios (que ya habremos previsto, como cuerdas o tráctel) para provocar la caída. Para asegurarnos de que la bisagra queda igual de ancha por los dos lados podremos haber marcado un corte a cada lado para usarlo de referencia, así como volver a emplear las líneas de referencia de apeo de la máquina apuntando hacia la dirección de derribo.

Corte de tala

4. Funcionamiento de la bisagra

Una vez completados todos los cortes el árbol comenzará a caer en la dirección marcada por el corte de dirección (según circunstancias con ayuda de cuñas, cuerdas, etc.). Conforme el árbol caiga la dirección se mantendrá gracias a la acción de la bisagra, y en el momento en que toquen las dos caras de la entalla la bisagra partirá, quedando separado completamente el árbol de su base.
Según las circunstancias podremos darle más o menos ángulo a la cuña del corte de dirección, consiguiendo con ello que la bisagra parta antes o después, o incluso si nos conviene, que no llegue a partir.
Secuencia del derribo y rotura de la bisagra:

Basculación del árbol hasta cierre del corte de dirección
Rotura de la bisagra y proyección del árbol en la dirección de caída

5. Ruta de Escape

Durante la ejecución de los cortes y durante el derribo podemos vernos obligados a alejarnos rápidamente de la zona para ponernos a salvo. En este sentido las rutas más seguras son las 2 diagonales contrarias a la dirección de caída. Estas vías de escape las habremos acondicionado previamente a haber empezado cualquier acción sobre el árbol a derribar.
Una vez que el árbol comienza su caída, o si vemos o escuchamos algo inusual, nos retiraremos rápida pero controladamente por la vía de escape prevista, mirando hacia donde se dirige el árbol, y si por cualquier circunstancia observáramos que el árbol invade nuestra ruta de escape nos desplazaríamos lateralmente (normalmente uno o dos pasos son más que suficientes para esquivar árboles de cualquier diámetro), huyendo de la tendencia instintiva de correr sin mirar, ya que podríamos colocarnos bajo la zona de caída de la copa, que abarca mucha más área.

Ruta de Escape

6. Sentido del corte de tala

Al hablar del sentido del corte de tala nos estamos refiriendo a dónde se comienza el corte y hacia dónde se avanza. Cuando hablemos de cortar de atrás a adelante estamos refiriéndonos a comenzar el corte en el lado del árbol opuesto al del corte de dirección, y avanzando hacia éste hasta alcanzar la bisagra (que debe respetarse en todo caso). Hablaríamos de cortar de adelante a atrás cuando pinchemos desde la zona de la bisagra y desplacemos la motosierra en dirección opuesta a ésta. Se elegirá un sentido u otro esencialmente en función de la mayor o menor tensión que presente el árbol por su inclinación o por la distribución del peso de sus ramas.

De atrás a adelante:

Deatrasadelante.jpg

Pinchando y de adelante a atrás:

Pinchando.jpg
Ajustamos hacia la bisagra “apuntando” y terminamos el corte de tala de adelante hacia atrás


En la secuencia de imágenes marrón claro es madera sin cortar, marrón oscuro es madera cortada

Importante: tal como ilustra la secuencia, cuando debamos comenzar un corte pinchando lo iniciaremos con el cuadrante inferior del espadín, después enderezaremos lentamente (para evitar el rebote) para proceder a continuación a profundizar el pinchazo. El inicio y la profundización del pinchazo lo haremos algo alejados del ancho final previsto para la bisagra, para asegurarnos de respetarla, después ajustaremos al ancho previsto, y finalmente cortaremos de adelante a atrás.

7. Técnicas de apeo según la inclinación del árbol

De entre los posibles criterios a la hora de escoger la técnica de apeo, la inclinación del árbol es uno de los más relevantes. En base a este criterio podemos hablar de tres posibilidades:

  • Árboles derechos.
  • Árboles inclinados a favor de la dirección de derribo.
  • Árboles inclinados en contra de la dirección de derribo.

7.1. Árboles derechos

Al estar bien aplomados pueden derribarse fácilmente en cualquier dirección escogida.
Las fibras del tronco en toda su sección estarán a compresión, al terminar el corte de tala ocasionalmente puede tender a atraparse el espadín, si bien será con poco peso y en general será muy sencillo iniciar la caída usando cuñas, cuerdas o equivalentes.

7.2. Árboles inclinados a favor de la dirección de derribo

La coincidencia entre la dirección de derribo con la inclinación natural del árbol favorecerá el derribo sin desviaciones y facilitará la realización de los cortes, especialmente el corte de tala, que se abrirá según avancemos. Con inclinaciones moderadas en general serán derribos sencillos y seguros que buscaremos siempre que el escenario lo permita, situación que se dará esencialmente cuando no existan obstáculos en dicha dirección.
Sin embargo, si el árbol está muy inclinado habrá mucha tensión en el lado opuesto a la dirección de derribo, pudiendo rasgar el tronco antes de completar el corte de tala, situación muy peligrosa, pues nos puede golpear con gran violencia. En este caso será mejor pinchar y completar de adelante a atrás, dejando una pequeña tira en la zona más alejada de la bisagra, preferentemente sobre una de las diagonales de la ruta de escape, que será lo último en cortar y siempre desde un lateral.

Corte de árboles inclinados a favor de la dirección de derribo

7.3. Árboles inclinados en contra de la dirección de derribo

En todos estos casos deberemos contrarrestar la tendencia natural de caída del árbol ejerciendo nosotros la fuerza correspondiente mediante cuñas, cuerdas, tráctel o cabestrante. El árbol estará bastante comprimido por el lado del corte de tala, obligando a poner cuñas o a traccionar conforme se vaya cerrando el corte para no atrapar el espadín. En el caso de usar cuerdas, tráctel o cabrestante SIEMPRE manda el motoserrista, traccionando el equipo que maneja tráctel o polipasto a demanda de lo que éste pida.
Para inclinaciones moderadas podremos emplear cuñas o cuerdas (polipastos). Si el árbol está muy inclinado siempre usaremos tráctel o cabrestante, las cuñas o el polipasto pueden ser incapaces de corregir la inclinación y además, en el caso de las primeras, la excesiva fuerza que generan sobre la bisagra puede llegar a romperla, especialmente con maderas debilitadas (muy secas o con podredumbre).

8. Técnicas de apeo según el grosor del árbol

Los grosores de troncos superiores a la longitud del espadín nos impedirán completar los cortes de una sola vez, obligándonos a realizar cortes desde ambos lados del árbol. Según cómo de ancho sea éste con respecto a la longitud del espadín tendremos dos posibilidades.

8.1. Árboles con ancho mayor a la longitud del espadín

En este apartado incluimos los casos en los que el ancho del árbol supera la longitud del espadín, pero no llega al doble de ésta. Tanto los cortes de dirección como el corte de tala los haremos comenzando primero por un lado (el derecho, mirando en el sentido de derribo) empleando toda la longitud disponible de espadín, y completando después desde el otro.

Corte de árboles con ancho mayor a la longitud del espadín


En el caso del corte de tala si vamos a pinchar podemos:

  • Pinchar desde un lado, cortar hacia atrás, pinchar desde el otro lado y terminar el corte. Si interesa por la inclinación, dejaremos la tira de seguridad.
Pinchardelado.jpg
  • Pinchar y mover la motosierra haciendo un barrido continuo que pivote sobre la punta del espadín (ojo con la bisagra) y que abarque todo el árbol. Este método no es válido si el árbol está muy inclinado, pues impediría respetar la tira de seguridad. Buen método para árboles poco inclinados o derechos.
Pinchar y mover la motosierra

8.2. Árboles con ancho mayor al doble de la longitud del espadín

Una vez realizado el corte de dirección lo pincharemos por su centro atravesando la bisagra y haremos un barrido de lado a lado para cortar la madera del centro del árbol. Dado que esto eliminará parte de la sección de la bisagra lo compensaremos haciéndola unos centímetros más ancha de lo habitual.
Después haremos el corte de tala de modo análogo a cuando el árbol tiene un ancho mayor a la longitud del espadín.

Arbolesconanchomayor.jpg

9. Situaciones complejas

Habrá infinidad de situaciones especiales con las que nos podremos encontrar, generalmente producidas por la caída de un árbol o una rama sobre algún tipo de obstáculo, por ejemplo:

  • Árbol caído sobre una casa, vehículo o similar. Probablemente tendrá repartido su peso entre varios apoyos, estará muy tensionado, y además será difícil evaluar esas tensiones. En estos casos puede ser necesario usar un tráctel o un cabrestante para tensionar nosotros en una dirección conocida, que compense las posibles tensiones presentes y que mantenga el árbol sujeto, y no pueda moverse a la hora de cortar. El hecho de usar preferiblemente un tráctel o un cabestrante es por su gran capacidad de tracción y por la posibilidad posterior al corte de revertir la maniobra fácilmente y de manera controlada.
  • Árbol caído sobre línea eléctrica de alta tensión. Nuestra intervención inicial incluirá una valoración lejana (¡¡¡no acercarse!!!) y una identificación de los soportes de la línea para contactar con la compañía eléctrica responsable de la misma. Sólo se intervendrá previo corte eléctrico, con el técnico presente y una vez que éste haya realizado las 5 reglas de oro de desconexión de línea. Una vez realizado el corte actuaremos sobre el árbol, lo que podrá suponer sujetarlo con cuerdas o tráctel y, o bien levantarlo, o bien despuntarlo (desde la AEA) para liberar el cable después y descender el árbol al suelo.

10. Desrame

Consiste en eliminar en el suelo las ramas de un árbol que previamente ha sido derribado, por nosotros o por otras causas, como por ejemplo el viento o la podredumbre. Ésta seguramente sea la principal labor que realizamos los bomberos en actuaciones en las que debamos usar la motosierra, y a las que posteriormente les seguirá el tronzado del tronco en trozos más pequeños y la retirada de éstos.
Existen diversos modos de realizar el desrame, pero en general trataremos de:

  • Avanzar desramando desde la base hacia la copa, con el árbol a nuestra derecha y con la pierna derecha pegada al tronco.
  • Nunca ir con el árbol entre las piernas.
  • Si la pendiente es elevada situarnos por su lado alto, por si el árbol rodara (puede suponer tener que hacer el desrame desde la copa hacia la base).
  • Apuntar con las puntas de los pies hacia la copa.
  • Apoyar la máquina todo lo posible sobre el tronco.
  • Cambiar el agarre de la máquina según la dirección de las ramas, usando pulgar en cortes horizontales.
  • Tener precaución con las ramas sometidas a tensión.
  • Activar el freno de cadena en los desplazamientos entre rama y rama (no necesario cuando la espada vaya por el lado contrario del tronco).
  • Vigilar atentamente la situación de la punta espada, ya que al trabajar entre ramas y cerca del suelo hay un mayor riesgo de rebote.
  • Recordar que al realizar cortes horizontales la manera de coger la máquina impedirá que el dorso de la mano active el freno de cadena en caso de rebote, por lo que la seguridad nos la dará sobre todo el agarre firme de la máquina y su apoyo contra el cuerpo y las piernas.

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